
El duelo por la pérdida de un ser querido es una experiencia difícil en cualquier momento; pero en la época de fiestas navideñas, puede ser mayor la sensación de pérdida y la aflicción. Las reuniones familiares y las fiestas pueden constituir momentos dolorosos debido a la ausencia de un ser querido. Sin embargo, también pueden constituir momentos reconfortantes en los cuales uno pasa tiempo con la familia y los amigos, centrando la atención en los buenos recuerdos y tratando de recuperar la alegría.
¿Qué hacer?
Aquí te brindamos algunas recomendaciones para tratar de pasar lo mejor posible las fiestas decembrinas ante la pérdida de un ser querido.
Acepta tus sentimientos
Cada persona lleva el duelo a su modo. Algunos tratarán de evitar los sentimientos tristes; otros, llorarán mares de lágrimas. Algunas personas se sienten mal por no sentirse animados para disfrutar de las fiestas; otras, culpables por sentirse alegres. Sea como sea que te sientas, ¡acéptalo!
Fechas tan especiales como Navidad son un doloroso recordatorio de esta ausencia física por lo que procura ser paciente con tus emociones. Es usual que experimentes una intensa montaña rusa emocional en este día mientras que los recuerdos de aquellas Navidades en las que estaba tu ser querido vienen insistentemente a tu cabeza.
Asuma que las cosas han cambiado; ciertamente, las fiestas navideñas jamás volverán a ser como antes. Aceptar esto lo ayudará a manejar las expectativas. Planifique actividades nuevas, especialmente el primer año luego de la pérdida. Reúnase en un sitio distinto para los festejos en familia, cambie el menú o salga a comer, haga trabajo voluntario, invite a amigos a su casa, vaya al teatro, viaje, etc.
Recurre a tus familiares y amigos
Es importante que puedas platicar con tus seres queridos acerca de tus emociones. Lo mejor es que seas sincero respecto de cómo te gustaría que se hicieran las cosas este año. Por ejemplo, si deseas hablar sobre los que ya han fallecido, hazlo, y hazles saber a los demás que no tiene ningún problema con ello. Puedes invitar a algún amigo para sentirte apoyado.
Ciertamente el apoyo profesional de un terapeuta es imprescindible. Mantente en contacto con otras personas que estén de duelo a través de grupos en línea y contactos de amigos.
Algunas veces, la expectativa es peor que las fiestas como tal. Puedes organizar actividades reconfortantes en las semanas previas, para acumular alguna expectativa favorable en vez de acumular angustia por el dolor que podrían generar los festejos. Podría ser más fácil con actividades nuevas, pero las tradiciones familiares también podrían ser reconfortantes. Rodearse de positivismo puede ayudar mucho.
Busca nuevas tradiciones
Si el solo hecho de pensar en muchas actividades navideñas te resulta doloroso, abrumador o inadecuado para este año, no tiene que llevarlas adelante. Por ejemplo, podrías optar por minimizar la decoración de tu casa y tomarte un respiro en ciertas obligaciones de fin de año como, por ejemplo, enviar tarjetas y saludos navideños. O bien, aprovechando la tecnología, prueba hacerlo por internet en vez de por correo postal.
Piensa en actividades que te resulten consoladoras y regocijantes para esta Navidad excluyendo aquellos rituales que aún pueden causarte dolor y tristeza. En este sentido, es aconsejable que hables con tus familiares sobre estas nuevas actividades que deseas realizar, pregúntales cuáles son sus deseos y/o expectativas al respecto y explícales por qué has decidido hacerlo. Por lo tanto, no te sientas obligado a participar en actividades o rituales para los que aún no te sientas preparado
Reconocer a quienes han fallecido
Si estás atravesando por una etapa de duelo por la pérdida de alguien muy cercano, puede ayudar emocionalmente el llevar adelante un ritual navideño en memoria del fallecido. Algunas cosas que pueden hacerse son encender velas, hablar de la persona, comprar juguetes o libros para donarlos a los niños en su nombre, dedicarle un servicio religioso, plantar un árbol, preparar una tarjeta o escribir una carta, mostrar fotos o poner algún objeto de su propiedad entre la decoración navideña.
Conclusiones
La Navidad y el Año Nuevo son fiestas en que la familia se reúne, con alegría y entusiasmo. Pero para quienes han sufrido la pérdida reciente de un ser querido, éstas conllevan un estrés adicional, debido a que la tristeza, la angustia y en muchos casos la desesperación, hacen difícil que puedan integrarse a una celebración.
No hay una forma correcta o incorrecta de celebrar las fiestas navideñas luego de que hemos perdido a un ser querido. Pero sí podemos hacerte una recomendación especial: no ocultes tus sentimientos o los evadas. No debes vivir estos momentos tan significativos como si nada hubiera pasado, permítete sentirte triste o llorar cuando así lo desees porque ocultar esta pena te provocará mayor daño. En este período, será importante encontrar el apoyo de tus seres amados y tomarte las cosas con tranquilidad, planificando lo que desearás hacer durante estas festividades sin ponerte ninguna exigencia.
Un tema de suma importancia es considerar que lo único seguro que tenemos en esta vida es que en algún momento vamos a partir, por esto es conveniente pensar y planificar nuestra partida, para no dejarle problemas a nuestros familiares.
En Funeza, contamos con un Plan de Previsión que te permite hacer todos los arreglos funerarios anticipadamente, evitando con esto que ninguno de sus seres queridos tenga que tomar decisiones bajo condiciones emocionales desfavorables, en ese momento.
Adicional a la tranquilidad y carga emocional de la que liberará a su familia, económicamente hacer los arreglos funerarios de manera anticipada trae múltiples beneficios.
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